Ayer el Comité Ejecutivo del Polo se reunió en la tarde para hablar del informe que presentó Gustavo Petro en el Congreso sobre corrupción en Bogotá. Aunque en los últimos días, el tema no ha parado de sonar en los medios, sus denuncias no tuvieron el mismo eco en el partido. Prueba de esto es la resolución que sacó el Polo al terminar la noche. Mucho más dura contra Petro que contra los Moreno.
“Llamamos a nuestros militantes y amigos a movilizarse en defensa de la Alcaldía de Bogotá”, dice el comunicado que expidió el partido después de la reunión. Y lejos de ceder a las pretensiones de Petro de expulsar a Samuel e Iván Moreno del Polo, comparan al ex candidato presidencial con su peor enemigo. Dicen que les parece llamativo que esté queriendo ‘hacerle graves daños al Polo Democrático’ como lo hace la extrema derecha. (ver comunicado)
La mayoría de los miembros de este comité del Polo hacen parte de la línea política de los Moreno, como el ex senador Jaime Dussán, el senador Jesús Bernal Amorocho o la presidenta del Polo Clara López, hasta antes de la campaña presidencial la Secretaria de Gobierno de la Alcaldía. Por eso no es sorpresa que sean más duros contra Petro -que no sólo criticó la alcaldía de Moreno sino que dijo arrepentirse de escoger a Clara López como su fórmula vicepresidencial- que contra Moreno.
Pero en el Comité Ejecutivo del Polo también estaba sentado el senador del Polo Jorge Enrique Robledo, quien viene del Moir y ha ganado popularidad y aumentado sus votaciones gracias a sus debates contra la corrupción.
En medio de la pelea entre los Moreno y Petro que se desató el pasado miércoles, tanto el senador Robledo como el representante del Polo por Bogotá Germán Navas Talero quedaron en una situación incómoda. Ninguno de los dos le debe sus votos a la Anapo y en los últimos cuatro años ambos se convirtieron en el dedo inquisidor del gobierno de Uribe. Pero ahora que el escándalo de corrupción está en su propio partido, han optado por el silencio o por cambiarle el enfoque a la coyuntura.
Ninguno de los dos ha salido a defender abiertamente a los Moreno, pero ninguno de los dos tampoco ha pedido que rindan cuentas. A ser neutrales, a eso le han jugado los dos congresistas.
Robledo, el problema ante todo es el DAS.
En una entrevista radial el pasado jueves, Robledo dijo que no hay corrupción buena o mala y que todos los organismos judiciales y del partido deben investigar. “En ese sentido, digamos entonces que avancen todas las investigaciones y que la justicia actúe, es decir, los organismos de control: Procuraduría, Contraloría, Fiscalía. Quien considere que tiene cosas en las cuales trabajar, pues que trabaje. Y que también actúe la propia Comisión de Ética del Polo, el organismo del Partido que juzga el comportamiento de sus dirigentes y de sus militantes.”
Robledo dijo a La Silla Vacía que Petro no había presentado pruebas para hacer sus denuncias cuando habló el pasado miércoles, y que él, en cambio, en todos los debates de corrupción que había hecho en el Senado tenía una infinidad de pruebas que corroboraban lo que decía.
Robledo no miente. Para el debate sobre Agro Ingreso Seguro se basó en datos del Ministerio de Agricultura; en un estudio que hizo la Universidad de los Andes para Planeación Nacional sobre la concentración de la tierra; y en otro del Cega - Centro de estudios ganaderos y agrícolas- sobre el mismo tema. En el debate que hizo sobre Carimagua, Robledo utilizó un informe de la Procuraduría que criticaba la transferencia de las tierras en la zona del ICA al Incoder.
“Esos debates, más que señalar corruptos, buscaban criticar una política con la que Robledo no estaba de acuerdo. No eran anteproyectos de hipótesis para investigar ni lineamientos de investigación. Eran trabajos con pruebas”, dijo a La Silla Vacía uno de los asistentes de Robledo.
Pero los debates del Senador Robledo no están exentos del todo de acusaciones del tipo que presentó Petro. Cuando denunció en la plenaria del Senado la zonas francas de los hijos de Uribe, Robledo no se limitó a las acusaciones con pruebas. Cuando mencionó que Tomás y Jerónimo Uribe tenían algunas empresas en Panamá, el senador dijo: “Eso es legal, por supuesto. Pero también sabemos que una parte muy grande de las empresas que se montan en los paraísos fiscales son para cometer delitos. Yo no estoy haciendo una acusación, pero si una pregunta: ¿por qué ocultar el nombre de los accionistas? Yo aquí le pido a los hijos del Presidente de la República que le digan a Colombia quienes son los socios de esas empresas en Panamá que están involucradas en ese negocio”.
En esa ocasión, Robledo pidió rendición de cuentas como hizo Petro el miércoles pasado; planteó preguntas y dudas a pesar de no tener evidencia de tipo judicial. “Los indicios también son pruebas”, dijo el concejal del Polo Carlos Vicente de Roux el viernes pasado.
Así como Robledo ha denunciado con cifras y estadísticas la concentración de la tierra en Colombia, De Roux, Petro y el senador Luis Carlos Avellaneda denunciaron la concentración de los contratos en Bogotá. No sería ilegal, pero “constituye objetivamente una oportunidad para la corrupción” dijo De Roux.
En este caso, sin embargo, Robledo decidió cambiar el enfoque de escándalo. Para él, la extrema derecha y ahora Gustavo Petro están colaborando con la operación Amazonas del DAS que buscaba desprestigiar al Polo vinculando la administración de Samuel Moreno con la corrupción.
Para él, contra la corrupción dentro del Polo primero se tiene que pronunciar la justicia, y no piensa indagar por su cuenta sobre la veracidad de las acusaciones que han hecho Petro, de Roux y Avellaneda, o los medios de comunicación, o el mismo cuestionado contratista Miguel Nule quien contó el jueves pasado cómo operaba el cartel denunciado y cuya existencia salió a relucir con la filtración de una grabación en la que el representante Germán Olano habla de unas ‘comisiones’.
El silencio de Navas Talero
“Aún no doy declaraciones sobre eso, no estoy enterado. Yo estuve de viaje y regresé el jueves y no he leído periódicos”, dijo a La Silla Vacía el representante del Polo Germán Navas Talero al ser preguntado sobre el informe de Petro. Navas se definió como un “hombre de partido”, y en ningún medio ha dado declaraciones sobre el escándalo de la contratación que se desató la semana pasada.
Germán Navas Talero se volvió famoso en el país por ser el dedo inquisidor del referendo reeleccionista, que hundió la Corte en febrero. Un año antes del fallo de la Corte, el representante Navas Talero denunció a Luis Guillermo Giraldo y al comité promotor de esta iniciativa popular por fraude procesal. Y tiene a los 86 representantes a la Cámara que aprobaron el proyecto de referendo en segundo debate en la mira de la Corte Suprema.
El argumento: que los políticos incurrieron en prevaricato al aprobar un proyecto que no contaba con el visto bueno de la organización electoral que aún revisa la legalidad de la recolección de las firmas.
Navas, al igual que Robledo, es un candidato que llegó al Congreso con puro voto de opinión. Entró a la Cámara de Representantes impulsado por la popularidad que cosechó a través de su programa de televisión Consultorio Jurídico Popular, donde respondía en vivo las consultas jurídicas de miles de personas. Y cuando entró a la Cámara de Representantes lo hizo como fórmula de Gustavo Petro. Rompió con él en 2006, cuando Petro compitió contra Maria Emma Mejía por la cabeza de lista del Senado, Mejía retiró su postulación y Petro ganó.
Pero Navas también fue cercano a Samuel Moreno; fue su telonero de campaña a la Alcaldía en el 2007. Y también se enemistó con él cuando el Alcalde amplió la medida del Pico y Placa.
“Tengo remordimiento de conciencia de haber acompañado en su campaña al actual Alcalde, pues en documentos y charlas siempre manifestó que no maltrataría más al dueño del carro particular”, dijo entonces el representante. Y varias personas dijeron a La Silla Vacía que Navas sí critica la gestión del alcalde pero no públicamente. Sin embargo, su silencio en este caso es elocuente.
Ni para Navas ni para Robledo representará un sacrificio dentro de su partido no apoyar a Petro. Por el contrario, criticar las irregularidades en la Alcaldía de Bogotá es mucho más costoso dado el poder que tiene la Anapo en el Polo. El costo que pagan es frente a la opinión pública que desaprueba en su mayoría la gestión del Alcalde, y a menos que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie a favor del Senador Iván Moreno, la próxima vez que hagan un debate contra la corrupción tendrán que explicar por qué fue más difícil investigar la paja en el ojo propio que la viga en el ojo ajeno.