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OCT
23
CRONOLOGÍA DE LA ALIMENTACIÓN ESCOLAR
En el año 1958, la Secretaría de Educación, en su misión de liderar el sector educativo como motor de desarrollo de la ciudad, inició con el programa “Alianza para el Progreso” el suministro de algunos complementos alimenticios a estudiantes de escuelas distritales.
En 1960, con recursos del programa “Alianza para el Progreso”, se construyó la Escuela John F. Kennedy, donde funcionó el primer restaurante escolar. Así mismo, en este año se implementó el suministro de almuerzos en establecimientos como la Escuela Clemencia Holguín de Urdaneta y el Centro de Estudios del Niño, de la localidad de Engativá, en donde igualmente se construyó el segundo restaurante escolar para los estudiantes de la institución, esta vez con el apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
En 1975, surge la preocupación de establecer un énfasis curricular en salud y nutrición desde la educación primaria, sugerido por el Sistema Nacional de Salud. Cinco años después, se consolida la nutrición y la seguridad alimentaria como parte de la agenda pública del gobierno nacional y distrital. Es así como en 1976 se desarrollaron proyectos para cubrir las demandas derivadas de las directrices: Salud Pública y Seguridad Alimentaria, hecho que guardó relación con la Conferencia Mundial de la Alimentación.
En 1995, se inició como proyecto de inversión el suministro de refrigerios con una cobertura de 13.000 complementos alimenticios a escolares de básica primaria y para finalizar el año se habían repartido 34.767 refrigerios a estudiantes de diferentes localidades.
En 1999, el Distrito se propuso “integrar acciones dirigidas a poblaciones específicas” que buscaron el logro de la suficiencia, inocuidad, accesibilidad a los alimentos, con el fin de lograr una disminución en la vulnerabilidad alimentaria de la población.
En el Plan de Desarrollo “Bogotá para vivir todos del mismo lado”, 2001-2004, se creó el Plan de Alimentación y Nutrición del Distrito Capital, el cual enfatizó en la integración de acciones específicas que mejoraran la inocuidad y accesibilidad a los alimentos, con el fin de disminuir la vulnerabilidad alimentaria de la población.
En el eje de Justicia Social uno de los proyectos prioritarios del Plan fue “Nutrir para el Futuro”, el cual fue creado con el fin de “contribuir a mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable, a través del suministro de alimentos que aportaran un porcentaje de nutrientes de acuerdo con las recomendaciones nutricionales por grupo poblacional, enmarcado dentro de un proceso pedagógico orientado a las familias y a los educadores para mejorar hábitos alimentarios”.
En este período, 2001–2004, el programa logró atender a más de 400.000 personas con complementación y asistencia alimentaria, hizo efectiva la entrega de suplementos alimenticios a madres gestantes y lactantes. En el Plan Sectorial de Educación se proyectó la entrega de refrigerios y comida caliente a cerca de 23.751 escolares de los colegios oficiales de Bogotá.
Así mismo, en materia de seguridad alimentaria se buscó mejorar la calidad de los alimentos, ya que se garantizaron niveles de hierro en la harina de trigo y de yodo y flúor en la sal. También, se empezó a sensibilizar a la población acerca de la implementación de hábitos nutricionales y alimentarios adecuados. Todas estas gestiones se realizaron con ayuda de instituciones como el Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS), el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la SED. Este programa de seguridad alimentaria permitió ser el punto de partida para los avances de la siguiente administración.
En el periodo 2004–2008 se implementó el Plan de Desarrollo “Bogotá sin Indiferencia”, cuyo eje social fue la lucha por la inclusión social sujeto a un marco político que planteó la seguridad alimentaria y nutricional como un derecho fundamental, por medio del programa más relevante de este periodo: “Bogotá sin Hambre”.
Con el programa se pretendió ofrecer alimentos y nutrientes, a través de los comedores infantiles (población escolarizada y no escolarizada) y de los comedores comunitarios. Una de las metas de “Bogotá sin hambre” correspondió a alcanzar una cobertura de 625.000 personas con apoyo alimentario y nutricional diario con preferencia en los niños, niñas, los adultos y adultas mayores y las personas con discapacidad. Sin embargo, los resultados demostraron que se superó la meta con la entrega de comida caliente diaria a 600.000 niños, niñas y jóvenes estudiantes de colegios oficiales de Bogotá.
El suministro de los alimentos se complementó con el programa: “Educación para la Vida Sana”, mediante el cual se buscó el fomento de hábitos alimentarios para un mejor aprovechamiento de la comida. Durante el desarrollo de este programa se garantizó alimentación variada, nutritiva y de buen sabor. El refrigerio y la comida calientesuministrada aportaban entre el 30 y el 35% de las necesidades nutricionales básicas diarias de los estudiantes.
En este periodo se promulgó el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) 113 de 2008 y la política distrital de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de 2007; estos instrumentos ratificaron en el Distrito Capital el concepto de seguridad alimentaria y nutricional, por medio del reconocimiento del derecho que tiene toda persona a no padecer hambre y la relevancia de la alimentación escolar.
En el marco de este Plan, el presupuesto y la cobertura del cuatrienio fue la siguiente:
En 1960, con recursos del programa “Alianza para el Progreso”, se construyó la Escuela John F. Kennedy, donde funcionó el primer restaurante escolar. Así mismo, en este año se implementó el suministro de almuerzos en establecimientos como la Escuela Clemencia Holguín de Urdaneta y el Centro de Estudios del Niño, de la localidad de Engativá, en donde igualmente se construyó el segundo restaurante escolar para los estudiantes de la institución, esta vez con el apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
En 1975, surge la preocupación de establecer un énfasis curricular en salud y nutrición desde la educación primaria, sugerido por el Sistema Nacional de Salud. Cinco años después, se consolida la nutrición y la seguridad alimentaria como parte de la agenda pública del gobierno nacional y distrital. Es así como en 1976 se desarrollaron proyectos para cubrir las demandas derivadas de las directrices: Salud Pública y Seguridad Alimentaria, hecho que guardó relación con la Conferencia Mundial de la Alimentación.
En 1995, se inició como proyecto de inversión el suministro de refrigerios con una cobertura de 13.000 complementos alimenticios a escolares de básica primaria y para finalizar el año se habían repartido 34.767 refrigerios a estudiantes de diferentes localidades.
En 1999, el Distrito se propuso “integrar acciones dirigidas a poblaciones específicas” que buscaron el logro de la suficiencia, inocuidad, accesibilidad a los alimentos, con el fin de lograr una disminución en la vulnerabilidad alimentaria de la población.
En el Plan de Desarrollo “Bogotá para vivir todos del mismo lado”, 2001-2004, se creó el Plan de Alimentación y Nutrición del Distrito Capital, el cual enfatizó en la integración de acciones específicas que mejoraran la inocuidad y accesibilidad a los alimentos, con el fin de disminuir la vulnerabilidad alimentaria de la población.
En el eje de Justicia Social uno de los proyectos prioritarios del Plan fue “Nutrir para el Futuro”, el cual fue creado con el fin de “contribuir a mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable, a través del suministro de alimentos que aportaran un porcentaje de nutrientes de acuerdo con las recomendaciones nutricionales por grupo poblacional, enmarcado dentro de un proceso pedagógico orientado a las familias y a los educadores para mejorar hábitos alimentarios”.
En este período, 2001–2004, el programa logró atender a más de 400.000 personas con complementación y asistencia alimentaria, hizo efectiva la entrega de suplementos alimenticios a madres gestantes y lactantes. En el Plan Sectorial de Educación se proyectó la entrega de refrigerios y comida caliente a cerca de 23.751 escolares de los colegios oficiales de Bogotá.
Así mismo, en materia de seguridad alimentaria se buscó mejorar la calidad de los alimentos, ya que se garantizaron niveles de hierro en la harina de trigo y de yodo y flúor en la sal. También, se empezó a sensibilizar a la población acerca de la implementación de hábitos nutricionales y alimentarios adecuados. Todas estas gestiones se realizaron con ayuda de instituciones como el Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS), el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la SED. Este programa de seguridad alimentaria permitió ser el punto de partida para los avances de la siguiente administración.
En el periodo 2004–2008 se implementó el Plan de Desarrollo “Bogotá sin Indiferencia”, cuyo eje social fue la lucha por la inclusión social sujeto a un marco político que planteó la seguridad alimentaria y nutricional como un derecho fundamental, por medio del programa más relevante de este periodo: “Bogotá sin Hambre”.
Con el programa se pretendió ofrecer alimentos y nutrientes, a través de los comedores infantiles (población escolarizada y no escolarizada) y de los comedores comunitarios. Una de las metas de “Bogotá sin hambre” correspondió a alcanzar una cobertura de 625.000 personas con apoyo alimentario y nutricional diario con preferencia en los niños, niñas, los adultos y adultas mayores y las personas con discapacidad. Sin embargo, los resultados demostraron que se superó la meta con la entrega de comida caliente diaria a 600.000 niños, niñas y jóvenes estudiantes de colegios oficiales de Bogotá.
El suministro de los alimentos se complementó con el programa: “Educación para la Vida Sana”, mediante el cual se buscó el fomento de hábitos alimentarios para un mejor aprovechamiento de la comida. Durante el desarrollo de este programa se garantizó alimentación variada, nutritiva y de buen sabor. El refrigerio y la comida calientesuministrada aportaban entre el 30 y el 35% de las necesidades nutricionales básicas diarias de los estudiantes.
En este periodo se promulgó el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) 113 de 2008 y la política distrital de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de 2007; estos instrumentos ratificaron en el Distrito Capital el concepto de seguridad alimentaria y nutricional, por medio del reconocimiento del derecho que tiene toda persona a no padecer hambre y la relevancia de la alimentación escolar.
En el marco de este Plan, el presupuesto y la cobertura del cuatrienio fue la siguiente:
A partir del 2008 se inicia la ejecución del Plan de Desarrollo “Bogotá positiva: para vivir mejor” 2008-2012, cuyo objetivo fue contribuir a la construcción de una ciudad en la que se garantizaran, ejercieran, reconocieran y restablecieran los derechos individuales y colectivos.
El “Acceso y la permanencia para todos y todas” fue uno de los programas del Plan Sectorial de Educación “Educación de calidad para una Bogotá Positiva 2008 - 2012”, en el cual se incluyeron acciones del proyecto de Alimentación Escolar como componentes fundamentales del derecho a una educación de calidad. En este periodo el PAE alcanzó los siguientes logros en materia alimentaria y nutricional:
El “Acceso y la permanencia para todos y todas” fue uno de los programas del Plan Sectorial de Educación “Educación de calidad para una Bogotá Positiva 2008 - 2012”, en el cual se incluyeron acciones del proyecto de Alimentación Escolar como componentes fundamentales del derecho a una educación de calidad. En este periodo el PAE alcanzó los siguientes logros en materia alimentaria y nutricional:
- Premio de la Fundación Éxito al mejor programa municipal de Nutrición Infantil 2008.
- Se estableció la Comisión Intersectorial de la Seguridad Alimentaria y Nutricional.
- Diseño del “Sistema de Seguimiento y Evaluación del Proyecto de Alimentación Escolar” y el desarrollo en el año 2011 del primer censo de peso y talla, dirigido a estudiantes de Primero de Primaria.
Con el programa “Bogotá bien alimentada” se establecieron como metas ofrecer 685.000 suministro diario de refrigerios y 165.000 comidas calientes diarias a estudiantes de colegios distritales y diseñar un sistema de seguimiento para evaluar y mostrar los resultados del PAE en términos nutricionales.
El presupuesto, destinado para lograr las metas en el suministro de refrigerios y comida caliente, propuesto en este Plan de Desarrollo y en el Plan Sectorial de Educación fue:
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